España, crónicas de un país subdesarrollado



 ¿Es España un país que puede denominarse desarrollado, democrático y sostenible?


¿O lo que ocurre en realidad es que posee suficientes recursos y una situación geográfica suficientemente privilegiada como para mantenerse por el momento en un precario equilibrio por encima de sus posibilidades pese a su desmesurado subdesarrollo social (ver “Pasado inmediato y presente socioeconómico de España”  y “Presente y posible futuro de la política y la economía españolas”), educativo (no voy a hablar de esto aquí, porque no se puede escribir menos de un libro acerca de los problemas de la educación en España, aunque es este precisamente el tema que hace que todo el subdesarrollo social se perpetúe a lo largo de toda la historia “democrática” de España), científico (ver “La ciencia en España, una enfermedad endémica e interminable”), económico (ver “Pasado inmediato y presente socioeconómico de España”  y “Presente y posible futuro de la política y la economía españolas”), legislativo (ver este mismo capítulo), ejecutivo (ver la violencia provocada desde  cualquier dispositivo antidisturbio español contra las manifestaciones que sean, o los infiltrados violentos de policías nacionales de paisano entre los manifestantes, porque sí, está rematadmente demostrado que sucede) y judicial “ver el presente capítulo”.  

Bien, aunque lo pueda parecer, la clave no se encuentra en cuánta riqueza tiene el país, cuántas deudas acumula y si las puede pagar. La clave está en cómo vive la mayoría de su población, cuántos y qué derechos tiene, si se cumplen  o no,  y cuál es la garantía de que se vayan a seguir cumpliendo a lo largo del tiempo. Pues el desarrollo depende de una estrategia a largo plazo y no de que, en un momento determinado, por endeudamiento de su futuro y destrucción de generaciones enteras, España, vaya bien en los 90, aunque hay que añadir a esto que, en realidad, eso tampoco fue cierto.

Así pues, atendiendo a esto, y me remito a los indicadores del V-Dem Institute del 2019, España está dónde debe estar con las políticas que ha elegido hacer durante sus 4 décadas de “libre albedrío”, entre los peores puestos de desarrollo social de los países de la UE, por debajo de Suecia, Estonia, Dinamarca, Finlandia, Portugal, Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, Islandia, Reino Unido, Eslovenia, Irlanda, Italia, Austria, Luxemburgo, Letonia, Lituania y Eslovaquia (https://spaincrisis.blogspot.com/2019/01/el-prestigioso-v-dem-institute-degrada.html).

 

Pero lo entretenido siempre está en las causas y claro, para ponerse a analizarlas, los hechos, como los descritos anteriormente acerca del cambio climático, no se pueden negar. Tienen que ser asumidos.
Así que empezaré exponiendo cómo estábamos durante la primera mitad del siglo XX y acabaré hablando de cómo estamos ahora, de forma muy resumida, pero siendo fiel a datos históricos. 

Desde 1931 hasta 1936 España era una República democrática denominada concretamente la II República cuya política, leyes y aplicación de la ética podían no gustar a todos, como pasa con cualquier república democrática. A partir de 1936, este sistema democrático republicano sufrió un golpe de estado violento (no los hay de otro tipo) del que los republicanos se defendieron. El resultado fue la denominada guerra civil española del 36.

Los golpistas iban comandados por un general llamado Francisco Franco, por lo que se les llama franquistas. Este señor ganó la guerra que él declaró en España con la colaboración de Adolf Hitler e instauró una dictadura fascista en el país. A partir de ahí, todo aquel que apoyó o apoya aún ahora el régimen de Franco, y por lo tanto, la forma en la que tomó el poder, se le llama franquista o fascista.

Con el tiempo, podría decirse perfectamente que tremedamente tarde, el fascismo alemán, es decir, el nazismo, fue derrotado por la Unión Soviética y rematado al final por los Estados Unidos, los ingleses y los franceses desde la costa Atlántica francesa, y en consecuencia, fue juzgado internacionalmente en los juicios de Nuremberg. Pero mientras tanto, Francisco Franco continuaba inmune rigiendo su estado dictatorial español sin oposición desde dentro, y con el beneplácito, (porque no intervino nadie), de los mismos países que sí intervinieron con el Nazismo. 

Créanme que decirlo es fácil, pero llegar a imaginárselo no lo es tanto. Este sistema franquista estuvo cuatro décadas campando a sus anchas bajo el mando del socio ibérico de Adolf Hitler en un país de Europa hasta que Franco murió en 1975. Es difícil imaginar la diferencia evolutiva sociocultural-económica y de desarrollo que causó que el país viviese una dictadura durante décadas respecto a los países europeos que ya se habían librado del fascismo. Pero lo peor fue la resolución con la que lamentablemente nos contentamos para seguir en relativa paz el m´ximo tiempo posible.

Pudo haber progresos del nivel de vida tras un estado de miseria absoluto durante la postguerra de los que se quedaron en el país y se libraron de morir durante aquel golpe de estado exitoso, durante la guerra, durante la postguerra, mientras sucedían aprisionamientos o exilios, mientras se instauraban trabajos forzosos o durante las ejecuciones ocurridas entre 1936 y 1975, pero el hecho irrefutable es que el fascismo español, socio del nazismo alemán, tuvo tiempo suficiente para hacer limpieza ideológica de un país entero, de seguir cometiendo crímenes que nunca conocerá ningún ser humano del planeta, de alquilar bebés, venderlos, de alquilar vientres, de realizar sus propias tratas de mujeres made in Spain, de violar niños y mujeres, de fusilar legalmente a insurgentes ideológicos o de juzgar delitos con el mismo sistema, de producir exilios en masa por hambre o por persecución ideológica, de prohibir lenguas y expresiones culturales y por lo tanto de castigar legalmente con lo que sea a menester por usarlas, de desestructurar toda posibilidad de desarrollo futuro de la mano de la ciencia y la tecnología, no solo por perder el tren, sino también por crear precedentes socioculturales para dar la espalda al progreso, de esclavizarnos al paupérrimo sistema económico del turismo para siempre y de expoliar todos los recursos necesarios a la ciudadanía no próxima a idelologías fascistas, o de esclavizarla por parte de los familiares, los mandatarios o las personalidades más afines al dictador, y tantas otras cosas que ni yo sabré nunca. Porque el fascismo español fue, en definitiva, una Edad Media para España con opresores que poseían medios propios del siglo XX y aliados cohetaneos tan poderosos como Estados Unidos (pues ya tenía bastante experiencia apoyando regímenes dictatoriales mucho antes de apoyar a personajes como Saddam Hussein, y lo de Franco fue un buen campo de pruebas para ellos).

Pero Francisco Franco sabía que no tendría la potestad de regir su rancho eternamente y eligió a una genealogía para que le sucediera en el poder: los Borbones. Estos señores serían, tras su muerte, los jefes de estado y de todos los ejércitos de España, y, por lo tanto, con potestad real e imperecedera de estar por encima de cualquier poder elegido en caso de que así estos lo decidieran.

Un día, por el sistema de Gran Hermano más codiciado por cualquier dictador de todos los tiempos; desde la televisión de España de 1978 se dijo la siguiente frase: “Españoles, Franco ha muerto” y de un modo u otro, Europa y Estados Unidos vieron el momento idóneo para apoyar, los primeros y puede que permitir, los segundos, a España, una transición a los tiempos modernos del control por las oligarquías: la democracia moderna de los del sur. Por lo que, no sin sufrimiento, ooooootra vez, la gente luchó para conseguir un sistema político parecido al francés, eso sí, curiosamente sin ningún juicio que fuese la versión de los juicios Nurmeberg al golpe de estado español y a la dictadura más duradera de todos los países de nuestro entorno europeo (4 décadas). Así que, ¿realmente lo hemos conseguido? Pues evidentemente, no. Porque acabamos finalmente con un sistema de jefes de estado de herencia genética cuyo primer bendecido sería ¿adivinan quién?: Sí, el dictaminado por Francisco Franco como su sucesor: El rey Don Juan Carlos. Pero hay muchas otras razones por las cuales tenemos más semejanzas con el reino de Marruecos que con la república francesa. Veamos qué resultó de la evolución en época de vacas flacas del acuerdo de 1978, porque en época de vacas gordas, la identidad de un país puede quedar camuflada.

Podemos elegir entre partidos políticos de entre los que aparecen o ya estaban con un sistema electoral que no me voy a parar a analizar. Pero lo importante no es que podamos elegir, lo importante es cómo están de informados los votantes a la hora de votar, por qué están desinformados, en caso de que lo estén y, por último, cuáles son las repercusiones reales que puede tener un partido u otro sobre posibles cambios en las estructuras de poder en España.

Bien, es seguro que me haya dejado en el tintero cosas más escabrosas que las narradas hasta ahora, pero todo lo que he escrito hasta este momento no podría ser discutido con argumentos. Pues bien, existen, y lo digo con conocimiento de causa, personas que no están de acuerdo con nada de esto. Que ya digo que esto es un sinsetido, porque los hechos no son opinables. La trayectoria de las distintas elecciones en España nos dice además, que el nivel de desinformación sobre asuntos absolutamente básicos de la historia más reciente de la España predemocrática, para tener formalizado un mínimo criterio a la hora de votar, es bastante notable si no sobresaliente. Sin ir más lejos, mis libros de histora pasaban del Carlos III a Felipe el último como por arte de Harry el sucio, digo, Potter. No es ninguna broma. Algo había pasado en la imprenta.

Pero ¿de dónde viene esa desinformación? Bueno, del olvido por miedo o del olvido por publicidad ideológica durante la dictadura en las personas mayores o por deseducación durante la democracia.

Al no haber habido un juicio Nuremberg en España, se dio la posibilidad de que los fascistas formaran un partido político no exactamente para blanquearse sino para seguir manteniendo las riendas del poder, pues ellos mismos habían escrito las leyes que lo legalizaban. El cabecilla de ese partido (Alianza Popular) era Manuel Fraga Iribarne, un franquista internacionalmente reconocido. Y es así y va a ser siempre así: un franquista que firmó sentencias de muerte. Dado que el nombre sonaba demasiado bélico y para intentar disociarse del golpe de estado del 36, el partido tomó el nombre del “Partido Popular (PP)” de la CEE en 1986. Es importante aquí una anotación; Un partido político fundado por un miembro de una organización socia de Adolf Hitler debería ser ilegal en un país democrático. No basta que los votantes puedan votar a partidos políticos para que el sistema dónde habitan se llame sistema democrático. Debe cumplirse la condición de que el votante no pueda, por ilegalización, votar a un partido fundado por integrantes de anteriores dictaduras o a un partido sucedáneo de este y que estos en su lugar hayan pasado por la Haya para su interrogatorio, juicio y la encarcelación correspondiente en su caso, y también que el votante esté informado y educado en la razón y no en la fé. De lo contrario será pasto de la alienación. 

En definitiva; así llegamos a una España con un partido camuflado de demócrata constituido por franquistas o hijos de franquistas con potestad para ganar unas elecciones en una democracia diseñada por ellos mismos y aceptada por el resto por puro y simple alivio de que mejor cualquier cosa excepto volver al terror del pasado (cosa esta que considero que todos elegiríamos como mal menor). Solo fue necesario entonces esperar a que le tocara un poco la lotería y ayudar a hundir al gobierno de turno del PSOE de Felipe González, un partido que siendo izquierdas cuando se inició en el siglo XIX, estaba ya declaradamente dirigido a políticas económicas y luego sociales absolutamente de derechas que ya no abandonaría ni harto de vino, y estaba acumulando escándalos de corrupción de un calibre que los votantes no podían creer que estaban ocurriendo en la “democracia” que les habían vendido (si supiesen lo que todos vemos ahora…) 

Y entonces conseguimos un gobierno controlado por un partido fundado por franquistas con el poder de transformar la educación, la televisión, la financiación de su propio partido y de su poder mediático etc. ¿Que podía pasar a partir de ahí si España estaba en manos de herederos del franquismo a través de un partido no ilegalizado y fundado por fascistas que nunca visitaron la prisión de la Haya? Pues lo que scedió: acabaron de sumir a la sociedad española en un estado en dónde los votantes de derecha lo van a votar religiosamente (nunca mejor dicho) y en dónde los votantes de izquierda no votan mucho por su descontento con las políticas de derecha que el partido de mayorías que creían que era de izquierdas había puesto en marcha en pro de la integración del país en dos clubs con trampa; La OTAN y la UE, la cual también se nos vendió con más engaños que aciertos.

Claro que en este punto uno se pregunta, ¿no hay otra alternativa a la cual votar para que la izquierda gane y haga políticas de izquierda para llevar al país a una situación digna?

Bueno, al menos el PSOE no es el único partido que se dice de izquierdas en España y solo se ha comprobado que quien miente inconfundiblemente en eso es este mismo. Este partido lo que hace es hablar mucho de izquierda, aprobar, en época de vacas gordas, alguna medida (que finalmente se puede cumplir o no) que concuerda a grandes rasgos con una idea propia de la izquierda y defender la unidad de España sin motivarla en absoluto. Por todo lo demás no se distingue de ningún partido de derechas. El caso es que de esto, no muchos de sus votantes se dan cuenta, y la mayoría de los que se dieron cuenta, se dieron cuenta muy tarde; tras el fiasco económico de España que hace que no importe mucho como se distribuya la riqueza porque ya casi no hay muchas perspectivas ni tan siquiera de que el PP o el PSOE sigan robando con la misma alegría que antes. Fiasco económico, por cierto, en el que el PP y su milagro económico con el que nos engañó por enésima vez (a muchos como yo, no, obviamente) están involucrados.

Además hay que recordar un asunto interesante para comprender hasta qué punto estamos aferrados a ideas sde herederos del franquismo. Ya mencioné que las empresas y bancos más importantes de España, es decir, el sector económico español, están en manos de herederos del franquismo que consiguieron sus riquezas expoliando a los españoles vencidos por lo militares tras el golpe del 36. Este sector económico está obviamente ligado a la derecha política PP y sus hijos más recientes (C´s y VOX) y esta derecha ha dejado plasmada en el poder judicial todas sus políticas eligiendo a los jueces que van a defender con uñas y dientes al sector económico español y a la derecha política española. Este sistema es más parecido al de una mafia que al de una democracia, con la diferencia de que es una mafia heredada de franquistas que defienden que el franquismo fue un régimen suavecito y necesario, e incluso beneficiosísimo para España, y por mucha mayoría que acabe representando a la izquierda en el parlamento (cosa que no os engañéis, NUNCA HA PASADO desde 1936), es muy difícil que la red clientelar en defensa de los poderes fascistas se rompa, pues se necesitaría un cambio en la Constitución de cientos de artículos que tendrían que llevar a esa mafia (el PP y sus hijos) a un juicio de Nuremberg retrasadísimo que ni la UE permitiría. No hay más que ver que el propio PP de España está asumido como democrático en la UE y hasta forma parte del Europeans People Party, (y recuerdo, porque del mismo modo que las mentiras son repetidas incansablemente, yo repetiré la verdad sin cesar para comensar: el PP fue fundado por un socio ibérico de Hitler: Manuel Fraga Iribarne).

Cuando se nos oculta la historia es por motivos, y cuando se tiene éxito en la faceta se acumulan los desajustes sociales. Si se diese la circunstancia de que un día la historia saliese a la luz formalmente (salir a la luz es el equivalente a un juicio Nuremberg en España, no a escribirla en un blog), las repercusiones positivas de tal evento podrían ser mayores cuanto antes sliesen a la luz. Pero ya digo que esto no va a ocurrir, pues no sé si os dais cuenta, pero la relevancia de cada persona como testigo de vete a saber qué historias cuando se acerca un juicio importante contra el PP se revela precisamente porque muere en extrañas circunstancias antes de que se celebre tal juicio. Y eso que estamos hablando solo de juicios por motivos de delito económico (al menos en principio). 

Con esta serie de criminales en el poder durante tanto tiempo, no es de extrañar el estado en el qe ha quedado la sanidad pública. Que se intenta desmantelar poco a poco para disimular para ir abriendo el campo del negocio de la sanidad privada que no es más que el negocio de la muerte de quienes no pueden pagar.

Además de todo esto, nos topamos con una justicia manca cuando se trata de juzgar lo que al régimen no le viene bien juzgar y cuándo hay suficiente tiempo para realizar un juicio con garantías, se dictamina que las pruebas, sean cuales sean, no son suficientes. Este es el motivo y no otro, por el cual no llegamos a conocer nunca ni siquiera los delitos por los que se consiguió juzgar al PP. Es como si en algún momento antes de su juicio, las pruebas de delito fiscal contra Al Capone se hubiesen perdido. Y como si, además, la gente le pudiese apoyar electoralmente, y le votaran masivamente.  

Así que podeis llamarle lo que queráis, pero una justicia ligada a una derecha proveniente de un fascismo y puesta en su mayoría por la derecha, un sistema económico por defecto ligado a la misma derecha proveniente de ese fascismo, políticos ligados a los dictámenes de grandes compañías, (que se enriquecieron originalmente tras el expolio franquista de la República), por ser beneficiarios de un futuro profesional si asumen sus dictámenes, desinformación sino engaños descomunales establecidos por la derecha entre la mayoría de la ciudadanía, convencimiento a la mayoría de la ciudadanía de que en España los horrores solo pueden llegar por una posible izquierda que claro, nunca llega (https://gacetinmadrid.com/2019/09/18/por-que-nunca-habra-un-gobierno-de-izquierdas-en-espana-por-daniel-garcia/), y que serían siempre peores que los presentes, una derecha (ya dije que fundada por fascistas) que niegan que el franquismo fuese un mal anómalo en Europa y que alcanzase el poder tras un golpe de estado a un estado democrático, y una parte tradicional de lo que se autoproclama izquierda que solo ejecutó políticas de derecha y medidas anecdóticas de izquierda para quedar como de izquierdas, es de todo, menos propio de un país democrático y socialmente desarrollado y en consecuencia, tampoco puede llegar a ser desarrollado en lo económico si no es por poseer recursos valiosísimos. 

Pues la democracia requiere de una justicia independiente y mayor número de informados con capacidad del uso de la mínima lógica que de desinformados, en un país en dónde los poderes estén situados en la ciudadanía, no en entidades que obtuvieron su poder por expolios durante su pasado fascista.

Así que yo, a España lo llamo estado francofascista con derecho a voto, con un jefe de estado no electo que coincide con el que eligió el socio ibérico de Adolf Hitler, Francisco Franco, para que le sucediera, con total inmunidad diplomática, y unos presidentes que seguirán siempre los dictámines del IBEX35 (cuyas más importantes empresas obtuvieron su riqueza original del expolio a la República tras el golpe de estado[1], y cuyo aporte de impuestos por sus negocios, en la mayoría de los casos todavía no lo dan siquiera a conocer: https://www.publico.es/economia/ibex-35-80-empresas-ibex-son-opacas.html; http://memoriarepressiofranquista.blogspot.com/2019/04/que-empresas-usaron-esclavos-del.html) y de lo que desde Alemania se planee para nosotros.

Y sí, estamos en 2019, ¿qué os parece la historia?
Pues es todo falso, salvo alguna cosa. O al menos eso es lo que os va a decir la mayoría de los españoles y extranjeros sin mostraros ningún dato, o eso, u os dirán que sea como sea, en otros lugares del mundo, las cosas están yendo peor, intentando así no enfrentarse nunca al tema.  

Pero aclaro que no estoy diciendo que en otros países las cosas no vayan peor, ni mucho menos. Sin embargo, lo que aquí pasa es una historia suficientemente triste, dadas las posibilidades que tenemos por estar situados dónde estamos, como para comentar alguna que otra historia consecuencia de la majadería sociopolítica que nos rodea a todos. Describamos, por lo tanto, con un poco más de detenimiento, las causas inmediatas de la situación actual del país.



[1] Aunque claro, con el tiempo fueron cambiando de nombre y escindiéndose o fusionándose con otras para blanquearse de sus crímenes de lesa humanidad pasados y comenzar con los nuevos.

Comentarios

  1. No sé tú, pero a todo el mundo le enseñaron la misma Historia que la que escribes. Partir del axioma de que estamos equivocados y a continuación impartir una clase de Historia es un ejercicio de pendantería tremebundo.

    Pero ya que haces un ejercicio de blog analítico con tintes de columna periodística, te diré: es de obligado cumplimiento citar las fuentes. Según Democracy Index, España se sitúa entre las veinte democracias plenas a nivel mundial. Si contamos que actualmente existen 194 países, España se sitúa dentro del 10 % de países más democráticos del mundo.

    Afirmar que España no es una democracia, o incluso no es una democracia plena, es insultar a todos aquellos que viven en regímenes autoritarios comunistas, militares o con vulneración de sus derechos más fundamentales.

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    2. Democracia hay que definirla. En un país dónde un partido fundado por un socio ibérico de Hitler (es una anécdota que además sea famoso) es legal y dónde los saludos fascistas siguen produciéndose sin la menor acción judicial no hay, bajo ningún concepto, fiabilidad en su Constitución, su justicia o en su poder ejecutivo. No está escrito, se llama mera simple y llana coherencia que a quienes les gusta las fuentes usan muy poco, si lo hacen alguna vez. Es tan demoledor este argumento que cualquier sistema internacional de medida democrática (muchos son meros clubes económicos o dependientes de) irán teniendo que asumir la realidad. Es cuestión de tiempo.

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    3. Ahora, si tanto deseas fuentes ya te las añadí en el texto.

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    4. Me he entretenido en ver el documento (en inglés) que citas como fuente y no veo por ningún lado la estadística esa de que España está la número 35 en el "ranking de democracia". En que página está?

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    5. ... se llama mera simple y llana coherencia que a quienes les gusta las fuentes usan muy poco... Una estadística la puede poner a un nivel u a otro, otra a otro ytuy puedes creerte la que veas oportuno porque no hay nada más fácil que engañar con una estadística hecha a conciencia para guirale al lector hacia una interpretación u otra. Pero que los saludos franquistas nunca hayan sido perseguidos por la ley eficazmente o perseguidos al menos, es solo síntoma de que democrcacia aquí no hay. hay voto libre de una mayoría tal vez y eso no es democracia si no hay justicia, educación, cultura, respeto, y poco voto a los sociópatas de derecha que todos provienen de un fascismo declaradamente pronazi que en lugar de jucio Nurmeberg tuvo 4 décadas de genocidio mental a través del miedo. Busca la estadística que queras. Esto es literlmente indiscutible sin argumento en contra posible.

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